Hace unos 20 años, mientras paseaba por Buenos Aires, una simple almohadilla de lavanda en una vidriera llamó mi atención. Obviamente, la compré, sin saber por qué y para qué.

Enseguida hice un curso express de costura, compré una máquina de coser, comencé a diseñar y coser productos textiles (intentando imitar esa almohadilla inspiradora) para regalar a familia y amigos, mientras de manera inesperada, la palabra NUKK surgía en mi mente como un destello mágico, convirtiéndose luego en mi pasión.

Lo que empezó como un simple hobby pronto se transformó en una empresa vibrante, creando una gama de más de 140 diferentes productos para hotelería de lujo, eventos corporativos y deportivos. 

Sin embargo, ese éxito no fue tan fácil.

Los primeros años estuvieron llenos de desafíos, errores, logros, pruebas y muchísimo sacrificio, con interminables días y noches de trabajo, a menudo sin dormir.

Trabajar en la multinacional mientras intentaba dedicarle a NUKK la atención que merecía, me estaba sobrecargando, afectando mi bienestar físico y personal, tan así que hasta consideré cerrar NUKK y seguir con mi otra estable y cómoda vida de oficina. 

Pero fue gracias a muchos de mis clientes, que no lo permitieron y me impulsaron a seguir adelante con NUKK.

En esas épocas, apenas comenzaba a aparecer Google, no existían las Redes Sociales y mucho menos WhatsApp, así que imaginen..… trasmitir lo que uno ofrecía se limitaba a llamar por teléfono o a través de las tan preciadas recomendaciones de boca en boca.

Y, aun así, a paso lento, pero bien cuidado, la marca NUKK ya comenzaba a ser reconocida.

Con el tiempo, NUKK siguió creciendo y evolucionando cada vez más, pero especializándose en productos personalizados para la maravillosa Industria de la Medicina Estética, Dermatológica y Maquillaje Profesional, manteniendo siempre su firme compromiso y sello distintivo con la calidad premium y atención al cliente.

A raíz de esto, y con 25 años de seguridad económica y estabilidad laboral en la empresa multinacional, tomé una decisión que cambiaría mi vida: renunciar para dedicarme plenamente a NUKK.

Este paso audaz abrió un nuevo capítulo en mi vida profesional, permitiéndome volcar toda mi energía, paz interior, creatividad y pasión en hacer crecer aún más a mi querida empresa.

Y con una visión clara de expansión internacional, estoy actualmente comprometida a llevar la calidad y la creatividad de NUKK también a nuevos mercados en todo el mundo.

Por todo este camino recorrido, me siento profundamente orgullosa y agradecida por la trayectoria de NUKK y el constante apoyo de nuestros clientes.

A lo largo de mi carrera, he mantenido una inquebrantable dedicación a la excelencia y la innovación.

Y la seguiré sosteniendo por siempre.

Bienvenidos a mi mundo NUKK!.

Bienvenidos a tu mundo NUKK!.